Flamenco por el Día de Andalucía: Un encuentro mágico entre generaciones.

Flamenco por el Día de Andalucía: Un encuentro mágico entre generaciones.


El pueblo de Arahal se despertó con un aire diferente los días 21 y 22 de febrero. El Día de Andalucía se festejaba de forma muy flamenca la semana anterior a su celebración. La Peña Cultural Flamenca Pastora Pavón “La Niña de los Peines” organizó una actividad especial: “Flamenco por el Día de Andalucía”. Los protagonistas: aficionados locales al flamenco que, con pasión y entrega, llevaron el arte a cerca de 800 niños de esta localidad.

Fotografía: Manuel Galán Suárez

El Escenario Mágico

La Casa del Aire, un espacio acogedor y lleno de historia, se convirtió en el epicentro de este encuentro. Los escolares de los colegios Sánchez Alonso y Aniceto (el 21 de febrero), y El Ruedo y San Roque (el 22 de febrero) llenaron las butacas del auditorio de la Casa del Aire con sus miradas curiosas y expectantes. La Peña Flamenca agradece al Ayuntamiento de Arahal la puesta a disposición de este espacio para la realización de estas actividades, a la Escuela de Música por la cesión del equipo de megafonía, así como a Fran Romo por su disposición a solventar cualquier incidente.

La Función Comienza.

Los escolares de los diferentes centros fueron llegando al auditorio de la Casa del Aire, mientras en el escenario se les proyectaba un video con una actuación flamenca. La bailaora La Lupi, con un carácter burlón y mucha gracia, baila por tangos de Triana, en una actuación con Miguel Poveda.

Fotografía: Manuel Galán Suárez

Un día en la Peña.

Mari Ángeles Ojeda y Sigrid Gallego, socias y pertenecientes a la Directiva de esta Peña, interpretaron un pequeño teatrillo. Allí, simulando un día típico en la organización de un recital en la peña, recrearon el montaje del escenario, los ensayos y la emoción previa al recital. Los niños rieron y aplaudieron mientras pedían paso para participar en el espectáculo.

Nunca te acostarás sin saber una cosa más.

El ilustre socio José Fco López, con su voz pausada y plena de conocimiento, respondía a las preguntas que las maestras de ceremonia trasladaban a los niños: ¿Qué es una Peña Flamenca? ¿Qué actividades se hacen desde la Peña? ¿Qué es el Flamenco?, entre otras. Los pequeños asistentes escucharon atentamente las explicaciones, empapándose de todo lo que José Fco. López les transmitía.

Fotografía: Manuel Galán Suárez

El Cante y el Baile.

Y entonces llegó el momento más esperado. Los aficionados al flamenco, con sus voces y palmas, nos regalaron cantes que vibraron en el auditorio. Pepe de los Cabales al toque y Mari Garrido, Conchi Pérez, Paco Esquivel y José Antonio Avecilla al cante interpretaron de forma magistral, y brillante los diferentes palos entre los que destacamos: fandangos de Huelva, mirabrás, bulerías, zambras, soleares, granainas, tangos y guajiras. En la última sesión,  el socio Antonio Ruiz “Campana” se unió al elenco interpretando soleares. 

El baile a cargo de Maryam Garcia, vestida con un precioso traje de flamenca rosa y azul, al son de “Yo soy del sur”, llenó de duende el escenario. La maestría en la ejecución de los movimientos fue un gran referente para las niñas y niños que salieron a acompañar por sevillanas a la bailaora, dejando magníficas estampas flamencas en cada jornada.

El Himno de Andalucía.

Cada sesión culminó con un coro de voces infantiles. Los niños, desde sus asientos, entonaron el himno de Andalucía con potencia y orgullo. Las letras de este himno resonaron en la Casa del Aire, y el flamenco se convirtió en un lazo que unía a los asistentes.

Fotografía: Manuel Galán Suárez

Una experiencia inolvidable.

Así concluyó “Flamenco por el Día de Andalucía”. Los niños de los diferentes colegios se marcharon llenos de emociones. El arte flamenco, ejecutado por los propios aficionados, se convirtió en un puente entre generaciones. Los pequeños, quizás inspirados por lo que vieron y escucharon, llevarán consigo la esencia de Andalucía, sus palmas y sus cantes.

Y así, en este rincón de Arahal, el flamenco se convirtió en un regalo para todos. Los niños, con sus risas, palmas y sus preguntas, se llevaron un pedacito de duende en sus corazones. Porque el flamenco no es solo música; es una forma de vida, una pasión que se hereda y se celebra.

La Peña Cultural Flamenca Pastora Pavón cumplió su misión: acercar el arte a los más jóvenes, sembrar la semilla del amor por lo auténtico. Porque el flamenco, como Andalucía misma, nunca deja de latir.

Por: Raúl Matute.


Fotografías


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