Intercambio cultural entre dos peñas flamencas: una experiencia inolvidable

El pasado sábado, día 27 de enero de 2024, 45 personas de Arahal emprendieron un viaje a Fernán Núñez, con motivo del intercambio cultural entre la peña flamenca El Mirabrás de dicha población y la de Pastora Pavón “Niña de los Peines” de Arahal.

Fernán Núñez es municipio de la provincia de Córdoba de unos 9.600 habitantes. Su actual término formó parte del territorio de la antigua ciudad íbero-romana de Ulia. Durante la época musulmana perteneció a la Cora cordobesa. En 1240 este territorio fue conquistado por las tropas castellanas, en las que don Fernán Núñez de Témez fue uno de sus capitanes, a quien se le obsequió con estas tierras por los servicios prestados a la corona. En ese tiempo se fraguó el nombre del municipio de Fernán Núñez y así quedó en su posterior historia.

El autobús llegó con puntualidad a la zona de aparcamientos convenida, donde ya nos aguardaba una señorita joven, de aspecto agradable y simpática, que posteriormente percibiríamos su extensa instrucción respecto a la historia del pueblo de Fernán Núñez. Esa joven encantadora sería nuestra guía, Paqui Pintor.

Las actividades que los invitados pudieron realizar son una pequeña ruta por los lugares más importantes de la población, como son la visita al ayuntamiento, jardines del palacio ducal de Fernán Núñez e iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, y el encuentro entre la peña flamenca El Mirabrás, de Fernán Núñez y la de Pastora Pavón “Niña de los Peines” de Arahal.

Nuestro primer destino sería la Plaza de Armas, a la que accedimos por la calle Puerta de la Villa. Al llegar a dicha plaza, el visitante queda impresionado por el colosal conjunto arquitectónico que la rodea, y le asaltan ideas fantásticas que le recuerdan un abrazo de majestuosidad. Y no parece que se trate solo de la subjetividad del narrador, sino que esa impresión fue compartida por la mayoría de los observadores.

Este “abrazo de majestuosidad” se hace patente con el palacio ducal de Fernán Núñez, mandado construir en 1783 por el conde Carlos José Gutiérrez de los Ríos, y los edificios anexos, destacándose el Ayuntamiento. Todo el conjunto respeta el estilo neoclásico del palacio.

Acto seguido, nuestra guía nos condujo hasta la puerta del Ayuntamiento, donde nos esperaban el señor concejal de cultura, Juanma Losada, y el señor presidente de la peña, Antonio Pérez, quienes pronunciaron unas emotivas palabras de bienvenida y expusieron un breve resumen de lo que veríamos posteriormente en el interior del edificio.

Una vez que accedimos a él, tanto el señor Losada como nuestra guía comenzaron a narrar la historia de la población, con especial atención al edificio y sus objetos de valor, tales como valiosos cuadros, espejos dorados, muebles, etc. No solo sus palabras, sino también el patrimonio artístico que guarda su interior, así como la arquitectura de sus estancias, convencieron a los visitantes del valor de todo ello.

Tras haber visitado el Ayuntamiento, Paqui nos invitó a que viéramos los jardines situados tras el palacio. No se trata de un jardín al estilo italiano o francés, cuyos propietarios los proyectaron como exhibición de su poder. Más bien es un jardín austero, al menos en la actualidad, dispuesto en tres terrazas escalonadas, en cuya parte inferior se alza hacia el cielo un frondoso ciprés custodiado por verdes naranjos y limoneros que embellecen y hacen agradable la estancia, transmitiendo al observador una sensación de paz, sosiego y encanto.

Después nos dispusimos a visitar la parroquia de Santa Marina de Aguas Santas. Es una bella iglesia de estilo barroco, con una amplia nave central. Dignos de mención son los bellos retablos del altar mayor y los colocados en los lados de la Epístola y el Evangelio. No solamente pudimos disfrutar de la belleza de la iglesia, sino también de las explicaciones de nuestra amable guía.

Tras haber contemplado tal joya arquitectónica, tomamos una copa en el bar Victoria, cerca de la iglesia y de la Plaza de Armas. Un lugar muy acogedor, bien decorado y con un excelente servicio.
Entre paseos por aquí y visitas por allá, casi no nos dimos cuenta de que era ya la hora de hacer realidad la etapa final de nuestro viaje, a saber, el encuentro entre ambas peñas.

Dicho encuentro tuvo lugar en el fantástico edifico de la peña, situado en un lugar idóneo del pueblo, el cual consta de un hermoso salón con un aforo de unas 200 personas, un bar, aseos y, algo que nos maravilló, una bodega en forma de bóveda de cañón con sus barriles llenos de vino, situada en un pequeño sótano que funciona también como camerino y sala de ensayo para los artistas.

Y todo eso construido por los propios antiguos socios. ¡Qué mérito! Pero es digno de resaltar la calurosa acogida que recibimos y la atención que nos prestaron en todo momento, encabezada por el señor presidente y secundada por los demás socios. Nuestra más sincera gratitud a todos ellos.

A poco de estar ya todos sentados degustando un sabroso aperitivo, los presidentes de las respectivas peñas subieron al escenario para presentar a los aficionados de Arahal que actuarían para los allí presentes. Las actuaciones se llevaron a cabo en dos rondas. Abrió el telón Paco Esquivel con unos tientos, acompañado a la guitarra por Manuel Galán. En su segunda ronda interpretó una zambra de Manolo Caracol, acompañado por Ángel Romero, profesor de guitarra de la escuela de música de Arahal.

Mari Garrido cantó petenera y fandango; Encarna Pérez farruca y granaína y Conchi Pérez soleá por bulería y malagueña, las tres acompañadas a la guitarra por Ángel Romero. Todos recibieron una gran ovación del público, ya que demostraron con su buen cante estar a la altura de los buenos aficionados.

Sin desmejorar a los demás, cabe destacar la actuación de Paco Esquivel en su interpretación por zambra, cantada con gran emoción, con quejíos que le salían del corazón. Asimismo, es de justicia hacer mención especial de Ángel Romero por su perfecto acompañamiento y por su adaptación a los cantaores respecto a sus distintos palos y sus distintas formas de interpretar el cante.

Tras terminar el recital, el señor presidente de la peña de Fernán Núñez, en representación de sus socios, hizo entrega al señor presidente de la peña de Arahal de un obsequio gráfico dirigido a los socios de dicha peña “en recuerdo de su visita y jornada de convivencia en intercambio cultural.”.

Después del acto continuamos con la segunda parte del excelente banquete que nos tenían preparado. Nos sirvieron un plato de arroz con carne que quitaba el sentío, ¡qué bueno estaba! Gracias a la peña y a los cocineros que hicieron posible tan delicioso manjar. Chapó.

El pasado sábado los aficionados pudieron disfrutar de un día inolvidable con motivo del intercambio cultural entre la peña flamenca El Mirabrás de Fernán Núñez y la de Pastora Pavón “Niña de los Peines” de Arahal. Por ello, el señor presidente de la peña de Arahal, Antonio Portillo, en nombre de los socios y sus acompañantes y en el suyo propio, agradece a Antonio Perea, presidente de la peña de Fernán Núñez, y a todos los allí presentes su fraternal bienvenida y su atención prestada en todo momento, por lo que siempre estarán dispensados de una especial consideración.

Paralela gratitud es extensible al señor concejal de cultura, Juanma Losada, por su afectuoso recibimiento y su valiosa información relacionada con la historia del Ayuntamiento y la población; a nuestra simpática guía, Paqui Pintor, por su sabiduría en historia, por saberla transmitir y por el rato tan agradable que nos hizo pasar; a Ángel Romero, profesor de guitarra de la Escuela de Música de Arahal, por su especial colaboración desinteresada y su saber tocar; y a todos los aficionados que se prestaron para actuar, Paco Esquivel, Mari Garrido, Conchi Pérez, Encarna Pérez y Manuel Galán.

La grata experiencia de aquel sábado se grabará para siempre en nuestra memoria.

Por Manuel Galán Suárez.